Jägermeister es un licor de hierbas elaborado a partir de 56 ingredientes cuidadosamente seleccionados, siguiendo la misma receta original desde hace más de 80 años.
Jägermeister se deja “respirar” y madurar durante un año, en cada una de las 400 barricas de roble que se almacenan en Wolfenbüttel. Durante este tiempo los maestros destiladores comprueban regularmente el sabor y la calidad de la base de Jägermeister. Una vez lista dicha base y antes de que el producto final esté completo, se enriquece con agua pura, alcohol, azúcar caramelizado y azúcar líquido.
El sabor de Jägermeister es parcialmente picante aunque armonioso, y es esta la distinción por la que a la gente le gusta tomarlo solo: como un chupito muy frio o con hielo.
Su sabor presenta rastros cítricos, de jengibre y anís estrellado, acompañado por una nota herbal ligeramente amarga.